El 26 de abril de 1937 se produce un episodio decisivo de la
guerra civil española: el bombardeo de la población vasca de Guernica
por los alemanes de la
Legión Cóndor al servicio del ejército franquista. Por
primera vez en la historia, una población civil es bombardeada, un hecho
injustificable, ya que no se trata de un objetivo militar. Picasso,
que en ese momento está buscando un tema para un mural que la República ha encargado
para la Exposición
Internacional de Paris, ya no duda:
el Guernica será pintado en un rápido proceso de creación (del 1 de mayo al 4
de junio de 1937)
El Guernica no es sólo un testimonio del bombardeo, ni de la guerra civil española, es algo más, es un alegato contra la barbarie, contra cualquier guerra. La ausencia de color, el negro subraya la muerte y la destrucción de los seres vivos, incluso de la civilización. Además, el propio hecho de su retorno a España en 1981 marcó un hito dentro del proceso de la Transición política española a la Democracia.
El Guernica no es sólo un testimonio del bombardeo, ni de la guerra civil española, es algo más, es un alegato contra la barbarie, contra cualquier guerra. La ausencia de color, el negro subraya la muerte y la destrucción de los seres vivos, incluso de la civilización. Además, el propio hecho de su retorno a España en 1981 marcó un hito dentro del proceso de la Transición política española a la Democracia.
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